domingo, 20 de abril de 2008

EL CABALLERO OXIDADO, el nuevo teatro juvenil maulino

Muy bien sabe mi hermano, director de la compañía “El Equipo”, que si alabara su montaje sería una perdida de tiempo. Nunca ha sido así y tampoco lo será dentro de lo que nosotros consideramos un constante crecimiento y estudio, sin embargo tampoco puedo dejar de decir que me impresioné después de presenciar la primera función del “caballero oxidado”.

La sala de veinticuatro butacas del Teatro Chico estaba vacía tanto en el escenario como en el público, solo habíamos sido unos pocos los invitados a esta primera función, pensé que le faltaba algo ya que no podía ver ningún elemento escenográfico. La obra comenzó con los tres actores en escena acompañados por un joven músico que vestidos con ropas casuales pero a un mismo tono nos cuentan la historia de un caballero que no puede escapar de su armadura. Con sus cuerpos transforman el escenario y cada actor, con un simple gesto o movimiento, se transforma en uno y otro personaje. La obra se vuelve realmente atractiva ya que vemos una mezcla entre el teatro físico y la interpretación característica del realismo, pero no hablamos de la típica obra teatral al estilo de “La mancha” o de los largos y aburridos textos del teatro de Chejov, se trata de algo local, una mezcla mas bien Chilena, tal como nuestra cultura que toma elementos de donde se pueda para hacerlos propios.

El discurso se hace interesante y metafórico, hablan de lo que somos como humanos consumistas, pero no como una crítica llorona sino más bien con mucha alegría juvenil. Se transforma en una obra interesante y entretenida donde todos pueden disfrutar, sin embargo los actores pueden mejorar mucho más en las técnicas interpretativas, la dicción y articulación de la voz, el manejo de la energía y los matices en la actuación. Creo que es necesario cuestionar mas lo que están diciendo, no para omitir o agregar textos o acciones, sino como un aporte a la interpretación final de cada uno de los papeles.

Una obra interesante de ver en las dependencias del Teatro Chico (1 oriente 1472, costado teatro regional) el sábado 26 a las 21:00 y durante los sábados del mes de Mayo en el mismo lugar.

La necesidad de una crítica teatral

Hoy en día, en la región del Maule, nos enfrentamos a un crecimiento inesperado de la creación teatral, surgen nuevas compañías que todavía no las podemos ver en los diarios ni en grandes pendones, pero que en muy poco tiempo más darán mucho que hablar. me refiero específicamente a los alumnos de los diferentes talleres de teatro escolar, a los jóvenes que se refugian en árbol de la alameda para hacer telas y malabarismo o a la producción constante del Teatro Chico. Sin embargo toda esta creación puede desaparecer si no la sabemos cuidar, si no hablamos sobre ella, si no tenemos la capacidad de criticar y entregar comentarios constructivos.
Para Crecer en lo teatral es imprescindible que dejemos nuestra posición paternalista donde encontramos todo bonito e importante, por que bien sabemos que han existido obras teatrales intrascendentes que aparecen con grandes noticias en los diarios locales y otras que han sido creadas solo con un fin comercial que en gran medida ensucian el mercado y el arte, que nos muestran un crecimiento mentiroso de la escena maulina de la cual nos damos cuenta y reímos al revisar cada una de las páginas de los diarios. En otras oportunidades los mismos periodistas nos entregan algo de humor al escribir el nombre de algún autor a su pinta o contar un argumento inexistente de una obra que supuestamente vieron.
En otros sectores de Talca y el Maule, donde, tal como me lo dijo un gran amigo, llueve de la misma forma pero el agua afecta de manera diferente, haciendo mención al nombre del festival "Llueve teatro en el Maule" que finalmente se transformó en una gotera que cae por una semana en el teatro regional, ocurren hechos teatrales que la "masa" no conoce. me refiero a la creación teatral de los niños de la "Carlos Trupp", la fiesta de la primavera en "Las Americas", la locura del anfiteatro en "Llongocura", los malabares de fiestas y talleres para mantener el "Teatro Chico", Pepito y sus talleres de globología, los talleres escolares y muchos otros que yo tampoco conozco. Esta creación teatral también necesita una crítica pero no para "Partirla" si no mas bien para comentarla y ayudar a su construcción y desarrollo.
José Antonio Fuentes